Los tres cánceres sociales del Perú en el siglo XXI son la pobreza, la delincuencia y la corrupción, males que carcomen a la sociedad desde hace décadas y que, al parecer, no tienen cura o no se hace nada por encontrar medicina alguna que frene sus avances o reduzcan la mortandad social en el país. Al contrario, cada vez, el diagnóstico es reservado. Lo contradictorio de la situación es que la población se está acostumbrando a esa realidad, que cada día, se torna parte de la “nueva normalidad”.
Por
un lado, tenemos la ilusión de un futuro diferente con los megaproyectos de
infraestructura en marcha, como, por ejemplo:
- El Terminal Portuario
Multipropósito de Chancay, que será el más grande de Suramérica y cuya
primera etapa se inaugura en noviembre de este año.
- La primera Ciudad-Aeropuerto de
Suramérica que es el nuevo terminal aéreo “Jorge Chávez” del Callao que
será del tamaño del distrito limeño de Miraflores.
- La línea 2 del Metro de Lima y
Callao con una longitud de 37 kilómetros, que es el primer tren por vía
subterránea en el país, cuya primera etapa está operativa en el tramo de
los distritos capitalinos de Santa Anita y Ate, faltando la parte algunas
jurisdicciones de Lima y Callao.
- La construcción del nuevo
aeropuerto internacional de Chinchero en el Cusco que impulsará la
economía y el turismo de la región.
- El proyecto de irrigación
Majes-Siguas II en el departamento de Arequipa, que impulsará la
agricultura y la agroexportación regional.
- La carretera Oyón-Ambo que
mejorará la conectividad vial de las regiones de Lima, Pasco y Huánuco.
- La ampliación y mejoramiento de
las instalaciones del muelle del Callao, llamado ahora Terminal Portuario
Muelle Sur Bicentenario.
- Los Enlaces de Transmisión
Nueva Yanango-Nueva Huánuco y Mantaro-Nueva Yanango-Carapongo que mejorará
la transmisión eléctrica del centro del país.
- La autopista del Sol que
nodernizará la circulación vial entre Lambayeque, La Libertad y Piura.
- Puente “Virgen de Chapi” en
Arequipa que cruzará el río Chili y tendrá una longitud de 371 metros.
- Vía Expresa del Cusco de 6
kilómetros de distancia que resolverá en parte el caos vehicular en la
ciudad imperial.
- Puente Comunero II “Max
Hongler” de 929 metros que unirá las provincias de Huancayo y Chupaca en
la región Junín y será uno de los más largos del país.
- Puente Comunero III “Cantuta”
de 200 kilómetros sobre el río Mantaro en la región Junín que unirá los
distritos de El Tambo y Pilcomayo.
- La realización de la Cumbre
APEC en noviembre de este año que está demandando el mejoramiento de
hoteles, nuevas construcciones viales centros de recreación, restaurantes
y museos en diferentes partes del país.
Estos y otros proyectos ya se están realizando en el
país como los pasos a desnivel y nuevas vías de acceso a la autopista
Panamericana. Eso supone la creación de nuevos y mayores empleos, crecimiento
de la economía, nuevas inversiones colaterales del sector privado, reactivación
de la demanda interna y nuievos proyectos turísticos, entre otros beneficios.
Pero quién se beneficia de los impuestos y tributos que se pagan. ¿Dónde está
el dinero?
Si
sumamos a las mega obras, los proyectos que siguen, entre los cuales están:
- La nueva carretera central de
185 kilómetros que se constituiría en una de las obras de infraestructuras
más colosales de Suramérica.
- El tren rápido “Grau”, proyecto
ferroviario de pasajeros y carga más grande que tendrá el país uniendo
Lima con el norte peruano entre Lima y Tumbes. Este tren rápido recorrerá
una distancia de 1,200 kilómetros, siendo la primera parte del circuito
integral que será desde Tumbes a Tacna.
- Las líneas 3 y 4 del Metro de
Lima y Callao, aunque una parte de la línea 4 ya está en construcción que
va desde el Óvalo “200 millas” y el aeropuerto internacional “Jorge
Chávez” del Callao.
- Los XX Juegos Panamericanos
2027 que se realizarán en Lima y que demandará la construcción de nuevas
obras de infraestructura, servicios de movilidad, restaurantes y centros
de diversión.
- Diversos ejes viales como el
paso a desnivel de la Av. Santa Rosa que conectará desde la Av. Costanera
en La Perla hasta el puente que cruza el río Rimac hace la nueva
ciudad-aeropuerto "Jorge Chávez" del Callao.
- La vía de Evitamiento en
Chancay y sus nuevas construcciones viales.
- La Av. Néstor Gambetta que va
del Övalo Centenario en el Cercado del Callao hata Ventanilla.
- Los diversos proyectos viales y
ferroviarios como el tren Lima-Barranca (hasta Huacho) y el ferrocarril
Lima-Ica, ambos con estudios técnicos de factibilidad.
- La autopista Canta-Callao de 15
kilómetros.
Todo
ello supone la realización de actividades que reduzcan la pobreza, frenen la
delincuencia y eviten actos de corrupción, pero no es así. ¿Qué está
pasando? Con el gobierno del binomio Pedro Castillo-Dina Boluarte hemos
retrocedido 13 años según los entyendidos.
POBREZA
En
términos de pobreza, el Perú está de mal en peor. La llamada “pobreza no
extrema (simplemente “pobreza") pasó de 27.5% en 2022 al 29% en 2023, y la
"pobreza extrema" de 5% en 2022 al 5.7% en el 2023, según el
estudio de investigación: “Perú:
Evolución de la Pobreza Monetaria 2022-2023”, que elaboró el Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI). Mientras eso ocurre en la realidad, las autoridades
gubernamentales y congresales están más preocupadas en lucir relojes Rolex,
tratamientos estéticos, modas europeas, aumentos de salarios, viajes al
exterior, recorte de sueldos, obstrucción a las investigaciones de familiares,
etc., que va a la par con el incremento de la delincuencia y asesinatos a
cualquier hora del día.
Según
se conoció hace unos días, aproximadamente 9¹780,000 peruanos vivieron en la
“pobreza” el año pasado, superando apenas el nivel elemental de la canasta
básica que se caracteriza por tener un gasto per cápita superior al costo de la
canasta básica de alimentos, pero inferior al valor de la misma compuesta por
alimentos primordiales.
Pero si nos referimos a la “pobreza extrema”, casi dos
millones de peruanos tuvieron ingresos mensuales por debajo de los 251 soles
que equivale a la canasta básica por persona. Es decir, 68 dólares más o menos.
En
el tiempo de pandemia el porcentaje de “pobreza extrema” fue de 5.1%, menor al
5.7% de pobres extremos del año pasado. Se considera población en pobreza
extrema a aquella cuyo nivel de gasto per cápita es inferior al costo de la
canasta básica, que es de 251 soles por persona.
Según
el área de residencia, la pobreza monetaria afectó al 39.8% de la población que
vive en el área rural y al 26.4% del área urbana. Como era de esperarse la
pobreza rural fue mayor que la pobreza urbana, siendo los departamentos más
pobres en el 2023, Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Huánuco, Loreto, Pasco y
Puno en general.
El segundo grupo de departamentos con tasa
de “menor pobreza” lo integran los departamentos de La Libertad, Piura, Tumbes
y Lima Metropolitana con la provincia Constitucional del Callao, que tienen una
población pobre no vulnerable.
El
tercer grupo de departamentos con incidencia de pobreza se encuentran Amazonas,
Áncash, Apurímac, Cusco, Junín, San Martín, Tacna, Ucayali y Lima Provincias.
Siguen
en el cuarto grupo aquellos departamentos que son menos pobres como Arequipa,
Lambayeque, Madre de Dios y Moquegua. Finalmente, en el último grupo con la
incidencia de pobreza más baja, está el departamento de Ica, nos imaginamos que
por el desarrollo agroexportador en los últimos años está en esa posición.
Pero ¿qué significa “pobreza monetaria? Esta
evaluación considera como “pobres” a las personas que residen en hogares
cuyo gasto per cápita es insuficiente para adquirir una canasta básica de
alimentos y no alimentos (vivienda, vestido, educación, salud, transporte,
entre otros); también considera como “pobres extremos” a aquellas personas que
integran hogares cuyos gastos per cápita están por debajo del costo de la
canasta básica de alimentos.
La
línea de pobreza es el valor monetario con el cual se contrasta el gasto per
cápita mensual de un hogar para determinar si el hogar está en condición de
pobreza o no. Este valor está conformado por dos componentes: el alimentario,
llamado también línea de pobreza extrema; y el denominado línea
de pobreza total.
OTROS FACTORES
Entre
los años 2022 y 2023, la línea de pobreza extrema se incrementó en 11.0%
pasando la canasta básica de 226 soles a 251 soles.
En
el ámbito geográfico, Lima Metropolitana y el Callao presentan la más alta
línea de pobreza con S/ 546 per cápita mensual; mientras que, la Selva rural
con S/ 319 per cápita mensual, teniendo el valor más bajo.
Según
la lengua materna, la pobreza aquejó más a la población que tiene como lengua
aprendida en su niñez, una lengua nativa: quechua, aimara u otra lengua
amazónica.
En el año 2023, la incidencia de la pobreza en la
población de lengua nativa alcanzó el 34.8%; mientras que la incidencia de
pobreza extrema fue de 9.1%. En cambio, en la población cuya lengua fue el
castellano, la incidencia de pobreza alcanzó el 27.1%, porcentaje menor a
quienes hablan alguna lengua nativa.
“La
pobreza afecta en diferentes magnitudes a las personas de acuerdo con el ciclo
de vida al que pertenecen. La infancia y la adolescencia son entendidas como
etapas del ciclo vital de especial vulnerabilidad a una larga serie de riesgos,
en especial la pobreza. Estas condiciones pueden afectar las oportunidades de
niños y adolescentes para desarrollarse en el futuro, y es altamente probable
que los acompañen a lo largo de su vida y se conviertan en un factor
determinante para perpetuar la transmisión intergeneracional de la pobreza”,
revela el informe del INEI.
Esta
situación incide básicamente en el incremento de la anemia y enfermedades que
se consideraban “desaparecidas” en el país. La prevalencia de la anemia en
niños menores de 5 años en el Perú, llega al 32%. Casi un tercio de niños
menores a esas edad tiene anemia.
INGRESO MENSUAL
En
el año 2023, el ingreso real promedio per cápita mensual se ubicó en 1,148
soles, lo que representó una disminución de 1.0%, respecto al año 2022, pero en
comparación con el año 2019, disminuyó en 10.2%, siendo esta disminución
altamente significativa.
En
la costa se observa que el ingreso real promedio per cápita alcanzó los 1,282
soles, mientras que en la sierra fue de 1,003 y en la selva de 900 soles.,
siempre es menor en los departamentos selváticos, razón por la cual Loreto está
entre los que tienen mayor pobreza en el país.
DELINCUENCIA
La
delincuencia se ha incrementado notablemente en el Perú. Todos los días
asesinan a personas que tienen negocios y no pagan cupos., Las extorsiones,
secuestros y robos ocurren constantemente, llegando al nivel de varios
asesinatos diarios. El cobro de cupos a emprendedores y vendedores por parte de
mafias organizadas, compuestas por extranjeros y, lamentablemente, por malos
policías, es algo que ocurre.
Mucha
gente honrada y trabajadora que intentan prosperar mediante un carrito
“sanguchero”, un puesto en el mercado, una bodega, o simplemente un restaurante
son blancos perfectos de la delincuencia. No existe un política pública que
controle esta situación.
Lamentablemente,
hay limitaciones. Muchas veces la policía captura a delincuentes, pero malos
jueces los dejan libres, sabe Dios, cuáles son las razones. En los tiempos de
mis abuelos, había un dicho popular: “Con plata baila el mono”. Lo peor del
caso, es que, si un policía mata por defensa de su vida o defendiendo la vida
de un ciudadano, a un delincuente, el policía corre el riesgo de ser juzgado y
hasta encarcelado. Pareciera que la justicia actúa al revés.
Los
asaltos están a la orden del día. Siempre existe la pregunta: ¿Cómo se entera
un delincuencia que una persona retiró una fuerte suma de dinero de alguna
entidad financiera? Esa pregunta hasta ahora queda en el aire. No hay
respuestas.
CORRUPCIÓN
Tanto
la pobreza como la delincuencia están vinculados con la corrupción, que
generalmente es visible en las esferas gubernamentales. Sin embargo, la
corrupción está en todos lados. Desde el soborno que realiza un empresario para
ganar un licitación, hasta el pago de una pequeña coima por parte de un
estudiante para aprobar un examen en su centro de estudios. El otorgamiento de
una dádiva, regalo o una simple invitación para un viaje forman parte de la
corrupción.
No
es necesario regalar un reloj Rolex o financiar un viaje a Cancún o Punta Cana,
muchas veces la simple “colaboración” con medio ciento de papel bond a una
comisaría, pagar para evitar una multa o la invitación a cenar, en algunos
casos sirve para comprar algunas conciencias. La pobreza, delincuencia y
corrupción son hermanas cuya madre es la miseria moral de algunas personas.
¿Es
posible curar esos males sociales? Con esfuerzo, se puede reducir. Pero no
basta la voluntad política, sino la decisión de querer cambiar y cumplir con la
ley. Cualquier sistema político puede ser perfecto, si el hombre lo fuera.
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El autor es periodista especializado en
Economía y Liderazgo. Tiene más de un millar de artículos escritos en diversas
publicaciones. También es autor de poemas, relatos y cuentos. En la actualidad
es el director del diario digital CERTEZA.
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